Espacio natural

Descubrimiento de la naturaleza

El Tarn nació en medio de las grandes mesetas calcáreas de Lozère, creando las mayores Gargantas de Europa.

Este acantilado gigantesco alcanza en determinados lugares una profundidad de hasta 500 metros y acoge desde hace miles de años a una fauna y una flora inigualable y excepcional a día de hoy.

Sería imposible enumerar todas las especies ya que su lista es infinita. No obstante, cabe señalar que muchas de estas especies de las Gargantas del Tarn representan un biotopo excepcionalmente preservado.

«Visitar las Gargantas es evolucionar hacia un medio natural de excepción.»

El éxodo rural lento e inexorable que afecta al departamento francés de la Lozère tuvo consecuencias desastrosas a muchos niveles, aunque representa una gran oportunidad inesperada para las aves frágiles como los martín-pescadores, las águilas culebreras europeas o el águila real.

Del mismo modo, las nutrias, los castores o los muflones siguen encontrando espacios suficientemente amplios para vivir con total libertad en este cañón olvidado por el ruido y la industrialización.

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